El paradero del chileno Carlos Ancapichun, de 76 años, permanece en misterio desde hace tres semanas. Este reconocido cuidador de propiedades de celebridades, como la reina Máxima Zorreguieta, en el sur de Argentina, desapareció tras un viaje a Chile para visitar a sus familiares. 

La última vez que se le vio fue el 13 de junio, en la zona cordillerana de Puyehué, Región de Los Lagos, después de visitar a su hermano y expresar su intención de inspeccionar un terreno cercano al centro invernal Antillanca para construir. 

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Carabineros chilenos encontraron su camioneta intacta y sin señales de violencia en un área boscosa 72 horas más tarde. A pesar del despliegue de un procedimiento de búsqueda —que incluye personal militar, la Policía de Investigaciones (PDI), brigadas caninas de Carabineros y buzos especializados interviniendo en cuerpos de agua— en sectores de "máxima complejidad" como Laguna Espejo, Laguna Negra y Aguas Calientes, la búsqueda no ha dado resultados positivos en esta zona caracterizada por arroyos, pantanos, terrenos escarpados, grandes plantaciones y bosques frondosos.

La desaparición de Carlos Ancapichun: las sospechas de su nieto

Mirko Ojeda Hidalgo, nieto del casero, compartió sus inquietudes con el medio Río Negro: "A esta altura, después de haber buscado tanto, tenemos dudas de que haya terceros involucrados. Mi abuelo no está en el lugar. Es un adulto mayor y de haberse desorientado, estaría por ahí cerca". Afirmó que la camioneta de su abuelo fue encontrada a solo 150 metros de donde él quería ir.

Ojeda Hidalgo describió el hallazgo del vehículo como inusual: "Lo extraño es que estaba cerrada. Estaban sus cosas, sus herramientas. Ni siquiera se cambió de ropa, como solía hacer, para entrar al bosque. Además, solía dejar escondida la llave de la camioneta en algún neumático por si se le extraviaba en el bosque. Tampoco estaba". 

El nieto añadió que su abuelo no usaba teléfono celular y que, al visitar a familiares en Chile (a donde había cruzado por Cardenal Samoré para ver a su hermanastro con la idea de construir una casa cercana para futuras visitas esporádicas desde Villa La Angostura), siempre llegaba "de sorpresa".